Vivir con un reloj estropeado

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Estas vacaciones, nuestro reloj se ha estropeado. Ahora los minutos tardan el doble del tiempo que según otros relojes. Cuando por ejemplo el reloj del ordenador dice que ha pasado una hora desde que lo he mirado por última vez, nuestro reloj de pared dice que sólo ha pasado poco más de media hora. El ha decidido vivir cada minuto con más detenimiento, e yo me pregunto si no debería dejar de mirar los otros relojes. ¿Y si en realidad llevamos nuestras vidas mirando relojes estropeados, mientras que el reloj que realmente funciona bien es mi reloj de pared?

¿Qué pasaría si nos tomáramos la vida con más calma?

Comparando la hora de mi reloj de pared con la hora de mi ordenador, resulta que en pocas horas (desde que mi reloj de pared ha decidido tomarse la vida con más calma) hemos ganado casi dos horas!!!

Ahora bien, técnicamente, lo más probable es que a mi reloj de pared se le estén agotando las pilas y por ello ha ralentizado el paso de las agujas. Sin embargo, ¿porqué deberíamos llegar a que se nos agoten las pilas para ralentizar un poco el ritmo, para vivir los minutos con más detenimiento, para estar más presentes en nuestras vidas?